La carrera por la conducción autónoma no ha parado, ni siquiera por la pandemia que ha asolado a casi todo el planeta.
Dado el vínculo existente entre esta fase de conducción con la tecnología más innovadora, son las empresas líderes del sector las que mayor avance prometen, incluso a corto plazo como Apple mantiene en sus compromisos.
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El proyecto Titan de Apple
Apple mantiene su plan de vuelo para el proyecto Titan, nombre con el que se identifica a la conducción autónoma que espera poder comercializar en muy poco tiempo.
Es más, se cree que en el año 2024 ya se podría empezar a fabricar el primer coche autónomo. Una fecha muy cercana, para un proyecto del que se desconoce bastante información todavía.
De hecho, desde sus inicios en 2014, se sabe que el proyecto ha tenido sus altibajos, sin embargo parece ser que la compañía ha logrado un importante avance, con el que está más cerca de hacer realidad el objetivo de 2024.
Responsabilidad de Apple en el proyecto Titan
Pese a todo, también es necesario recalcar que Apple podría haber reducido su papel de responsabilidad en lo que se refiere a la fabricación del vehículo.
Según estos cambios de rumbo, la compañía del logo de la manzana, se responsabilizaría del desarrollo del sistema de conducción autónoma, mientras que el resto de la fabricación del vehículo y posiblemente su integración en el mismo, correría a cargo de la firma automovilística que asumiera este proyecto.
En principio, se habló de un acuerdo entre Apple y Volkswagen. Parece que dicho acuerdo todavía está presente, sin embargo no se sabe a ciencia cierta si cumplirá los plazos.
En cualquier caso, si se retrasa el desarrollo de conducción autónoma de Apple, entre otros motivos, por las consecuencias todavía palpables del coronavirus, no parece que se extendiera más allá del año 2025.
Impulso de Apple para la conducción autónoma
Los planes de alcanzar objetivos en 2024 (o 2025 como muy tarde), están basados en el nuevo impulso que Apple ha dado a su proyecto Titan.
Este impulso parece que se debe a un desarrollo innovador de las baterías del vehículo, con unos costes muy por debajo de lo esperados que, al mismo tiempo, aumentan la autonomía del coche eléctrico.