La cata de aceite de oliva virgen extra se ha consolidado durante los últimos años gracias a la importancia que tiene el análisis sensorial de este producto para establecer su calidad. Gracias a ello, la figura del catador tiene cada vez más valor en el sector oleícola, además de en todo el sector de la gastronomía.
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La importancia de la cata del aceite de oliva virgen extra
La cata de aceite de oliva virgen extra es imprescindible para conocer y evaluar la calidad y las cualidades organolépticas de un buen AOVE, como son su sabor y su aroma.
¿Cuáles son las propiedades organolépticas del AOVE?
Las características organolépticas del aceite de oliva virgen extra permiten degustar este producto tan especial a través de los sentidos como son el gusto y el olfato. Ya que, el AOVE destaca por su excelente aroma y sabor.
Aunque tampoco, hay que olvidar las opiniones positivas de los nutricionistas acerca de las cualidades beneficiosas que tiene del AOVE para el organismo. Ya que, numerosos estudios han demostrado que el consumo de aceite de oliva virgen extra favorece la prevención de patologías cardiovasculares, ayuda al organismo a regular los niveles de colesterol y refuerza el funcionamiento del sistema inmunológico.
Opiniones de los expertos en el proceso de producción de Aceites Maeva
La cata del AOVE también tiene un importante papel en el proceso de producción de Aceites Maeva, ya que es uno de los procedimientos más eficaces para evaluar la calidad del producto.
La cata está presente en todas las fases del proceso de producción. Antes y durante la recolección de la aceituna y la elaboración del producto. Después de la cata, también tiene lugar el análisis físico-químico que determina la calidad del aceite de oliva virgen extra. Así, una vez obtenido el producto, el análisis organoléptico y físico-químico determinarán la calidad final del AOVE.
La figura del catador es fundamental en el sector oleícola
Las opiniones de los catadores de Aceites Maeva sirven para decidir si un aceite de oliva virgen merece la categoría de extra. Los catadores profesionales deben entrenar el sentido del gusto y del olfato constantemente para poder evaluar un aceite de oliva virgen extra a través de sus atributos positivos.
¿Cuáles son los atributos que se tienen en cuenta en la cata?
Las opiniones de los expertos que realizan la cata del AOVE de Aceites Maeva permiten valorar los atributos de este producto de alta calidad.
Se establecen tres atributos para tener en cuenta en el momento de la cata:
- Frutado: tanto el aroma como el sabor del aceite de oliva virgen extra deben recordar a algún tipo de fruta sana y fresca.
- Amargo y picante: un AOVE que amarga y pica indica que se ha obtenido de aceitunas verdes, aunque también hay aceites dulces que se obtienen de aceitunas verdes depende de las variedades del fruto
Sin duda, la ausencia de defectos en la cata del aceite de oliva virgen extra es también fundamental para determinar la calidad del AOVE.
Los productos de Aceites Maeva destacan por las buenas opiniones que recibe su aceite de oliva virgen extra por parte de los consumidores. Debido a que el AOVE de esta compañía sobresale por su sabor único y aroma inigualable.
Las opiniones de los expertos a la hora de valorar la calidad del aceite de oliva virgen extra de la compañía también son importantes, ya que gracias a ello Aceites Maeva ha recibido numerosos premios y reconocimientos, tanto a nivel nacional como internacional.
¿Cómo se realiza la cata del aceite de oliva virgen extra?
La cata de aceite de oliva virgen extra cuenta con dos fases:
Durante la fase olfativa se vierte el AOVE en una copa y se buscan ciertos aromas como frutado, aceituna verde o madura, así como hierba verde o tomate. Asimismo, para un análisis olfativo adecuado hay que inhalar el aroma del aceite de oliva virgen extra dos o tres veces para poder apreciar correctamente los distintos atributos.
Mientras que, en la fase gustativa es cuando se degusta el AOVE. Y para ello hay que distribuirlo por toda la cavidad bucal para que contacte con las papilas gustativas. Siendo el objetivo valorar la intensidad del sabor y las sensaciones gustativas que provoca. Las sensaciones gustativas más habituales que se detectan son sabor amargo, picante, dulce, a frutos secos y frutales.