A partir del mes de diciembre de 2020, comienza el Plan de Liberalización del tráfico ferroviario en España, uno de los movimientos empresariales más esperado, tanto a nivel profesional como por descontado por parte de los pasajeros.
Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), ha presentado a la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia), así como a las empresas interesadas en entrar en este mercado, las opciones de liberalización que se propone implementar.
Según este plan, a partir de la presentación de 2020 y una vez se aprobase la entrada de las empresas que optan a ello, al menos 3 compañías podrían ofrecer sus viajes de forma complementaria.
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Líneas iniciales en la liberalización del transporte ferroviario
Adif también ha anunciado las primeras líneas que van a formar parte de este proceso. Serán las correspondientes a la conexión entre Madrid y Barcelona hasta la misma frontera con Francia. Se incluye en este caso también la conexión entre Valencia y Barcelona, que todavía no se ha abierto.
Por otro lado, también estarán incluidas las líneas entre Madrid y Valencia o Alicante, así como también el conocido corredor ferroviario que transcurre entre Madrid, Toledo, Sevilla y Málaga.
Más trenes, más competencia en el mercado nacional
Los objetivos de Adif pasan por un incremento de los trenes, con el que los viajeros tengan más opciones de viajar entre las ciudades españoles. Por descontado, esta competencia también podría verse reflejada en los costes del servicio.
Inicialmente se espera que la cantidad de trenes que formen parte de todo el sector ferroviario pasen de 119 circulaciones en cada sentido a nivel diario, hasta un máximo de 189.
Ofrecidas en diferentes paquetes, que cada empresa puede decidir cómo optar a ellos, las concesiones se otorgarán para 10 años, un plan a largo plazo con el que se libera un sector todavía en propiedad única de Renfe.
De momento, la compañía ya ha anunciado algunos planes para competir con los nuevos rivales que surjan. El primero de ellos es utilizar un AVE de bajo coste, en el que el transporte se mantenga garantizando la cantidad y velocidad de sus trenes, pero reduciendo tanto los servicios incluidos, como lógicamente el coste del precio del billete.