Aena ha cerrado la adjudicación de construcción de una planta solar fotovoltaica que estará ubicada en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
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Características del proyecto adjudicado para la planta solar en Madrid
La adjudicación ha sido otorgada finalmente a la UTE que conforman Cymi e Insae. Ocupará una superficie de 22 hectáreas y se ha propuesto un plazo de ejecución de 39 meses de duración.
Este proyecto, para el que se ha otorgado una inversión de 8,2 millones de euros, tendrá el objetivo de generar 7,5 megavatios (MW) de potencia para autoconsumo de las instalaciones. Al año supondría la generación de 11,7 Gigavatios/hora (GWh), lo que en la práctica podría suponer el 16% de todo el consumo que el aeropuerto requiere a través de sus 3 terminales.
Una reducción en el consumo de energía
Como puede suceder en las viviendas residenciales, en el aeropuerto de Madrid lo que se busca a largo plazo es reducir el consumo energético. Este objetivo, tanto sostenible como económico, permitirá mejorar sus cuentas a las instalaciones aeroportuarias.
Toda su infraestructura tiene en los gastos energéticos uno de los principales obstáculos en el balance económico final, pero la instalación de la planta solar fotovoltaica podría ser la solución que estaban buscando en Madrid. A nivel proporcional, la energía que pueden obtener con este proyecto equivale a la que consumiría una comunidad de 3.082 viviendas en todo un año.
Beneficios sostenibles del proyecto
Por descontado, el uso de energía solar implica también una reducción del consumo energético y, en consecuencia, de las emisiones contaminantes.
Se calcula que podría evitarse la emisión de hasta 2.572 toneladas de dióxido de carbono cuando la instalación se haya completado.
No obstante, pese a que el periodo de ejecución se plantea en 39 meses, esto no implica que haya que esperar tanto a beneficiarse de ellas. El proyecto se plantea en 3 fases diferenciadas.
El objetivo de esta progresión escalonada es doble. Por un lado se quiere poder aprovechar la energía solar cuanto antes, por lo que conforme se vaya terminando cada fase, podría ir adaptándose este consumo a las rutinas diarias del aeropuerto.
Además, un trabajo escalonado evitará que la construcción afecte lo más mínimo a la actividad aeroportuaria, permitiendo al aeropuerto seguir plenamente con sus funciones durante toda la ejecución.