15 de septiembre de 2008. Lehman Brothers anuncia su bancarrota y por descontado su cierre tras más de siglo y medio en actividad. El coste para la economía estadounidense está fijado en 22 billones de dólares, millón arriba, millón abajo. Las consecuencias en la economía mundial son incalculables dado que aún hoy mismo, 8 años después de que este legendario banco de inversión cerrase, siguen notándose en algunos ámbitos.
La gran crisis económica de principios del siglo XXI se cobró la existencia de muchos bancos en todo el mundo y en Estados Unidos ya se habían cerrado dos importantes. Por su parte, Lehman Brothers había caído en picado en Bolsa. Pero nadie esperaba una notica tan devastadora como una bancarrota. Era una realidad insospechada, como si se considerase que Coca-Cola o McDonald’s pusieran el cartel de cese de negocio. Pero sucedió.
A Lehman Brothers le pesaron sobre todo lo que son llamados activos tóxicos, de los que es más la pérdida obtenida que el beneficio potencial y el mercado hipotecario, que además de a Estados Unidos también terminó azotando la economía de prácticamente todos los países occidentales. Posteriormente, en 2010, una investigación profundizó en los infructuosos intentos de la entidad para esconder la deuda existente. Entre unos y otros la suma dio cero en rentabilidad o, peor todavía, números negativos.
Para que el sector financiero se reestableciese en Estados Unidos, la Reserva Federal se vio obligada a reactivar la economía con una inversión cercana a los 15 billones de dólares. Posteriormente estas medidas serían recordadas amargamente aunque con alegría cuando la presidenta actual, Janet Yellen, argumentaba la posibilidad de subir de nuevo los tipos de interés, confirmando con ello que la economía del país podía valerse por sí misma sin empujes administrativos.
8 años después, los bancos de todo el mundo recuerdan ese aciago 15 de septiembre como una sombra que no debe volver a pasar. Quizás esta sea la base de una prudencia excesiva que se vive por parte de casi todas las entidades financieras del planeta y que ha terminado por estancar el mercado de divisas, al mismo tiempo que los valores refugio siguen creciendo en inversores, mientras los fondos de riesgo ven imposible su rentabilidad.
La economía mundial sigue bajo el temor de un nuevo caso como el de Lehman Brothers y, sobre todo, teme que las consecuencias hayan sido infravaloradas. Por eso el 15 de septiembre en las secciones de economía y empresa de los medios digitales se tratan las noticias de forma tímida, como un susurro, esperando que pase pronto un aniversario más.
