Royal Dutch Shell, la petrolera angloholandesa, ha llegado a un acuerdo para la compra de la británica BG Group por una cantidad de 70.000 millones de dólares (63.000 millones de euros aproximadamente). Se trata de la mayor operación del año y una de las mayores de la historia en el sector. Tanto es así que es la primera gran opa tras la caída brusca del precio del petróleo, algo que ya había suscitado una posible fusión entre empresas para hacer frente a la caída en los ingresos.
Estas empresas han emitido un comunicado conjunto en el que se detallan los términos del acuerdo. Shell pagará 383 peniques y 0,4454 acciones propias por cada título de BG. Este precio implica una prima del 50% respecto a su cotización de ayer. Por lo tanto, las acciones de BG se disparan, mientras que las de Shell ceden ligeramente.
La empresa resultante estará comandada por Ben van Beurden, consejero delegado de Shell. Esta nueva empresa duplicará en tamaño a BP y superará a Chevron, situándose como la segunda petrolera del mundo, a poca distancia de ExxonMobil, que ostenta la primera posición. Actualmente, ExxonMobil tiene un valor de 327.000 millones de euros y la nueva compañía Shell se situará cerca de los 225.000.
De esta forma, la compañía aumentará en un 28% sus reservas de hidrocarburos y consolidará su posición de liderazgo en el mercado mundial del gas, gracias sobre todo a los proyectos de gas licuado de BG.
Esta compra es una de las mayores de la historia en el sector del petróleo, además de ser la primera operación entre dos grandes del sector en más de una década.