La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha determinado finalmente que La Liga deberá pagar una multa a Mediaset de 250.000 euros por negar la entrada al campo de fútbol reiteradamente a las cámaras.
Todo sucedió en las jornadas de Primera División 24 y 25, en todos los partidos del fin de semana, así como en la jornada 27 de Segunda División. Las cámaras de Mediaset, igual que el resto, tenían acceso a las salas de prensa, la zona mixta y los campos de fútbol.
En estas jornadas fue cuando las cámaras de Cuatro y Telecinco intentaron ir al campo de fútbol a realizar grabación de los partidos, cuando se encontraron con la negativa de La Liga para hacerlo.
El argumento de la organización es que se realizaba una acción ilegal y se estaba alterando el desarrollo de la competición deportiva. Sin embargo, la CNMC no lo ve de la misma forma y asegura que debería haberse dejado el acceso a las cámaras, incluso aunque no tuvieran la exclusividad de los derechos de grabación.
Un deporte excesivamente caro
Lo cierto es que entre las exigencias y límites de La Liga, ya sean considerados válidos o no, como los impositivos derechos de retransmisión, las cadenas de televisión están quejándose de la baja rentabilidad de este negocio, que en realidad mueve millones de euros.
La solución, sin embargo, no es fácil. En varios países se está aceptando las exigencias europeas para mantenerse cadenas como poseedoras exclusivas de los derechos de retransmisión y, en estas circunstancias, las empresas de telecomunicaciones responsables en España no consiguen encontrar argumentos de sustento.
La nula retransmisión tampoco sería algo lógico en una de las competiciones más importantes del mundo. Por tanto, las operadoras están optando por el equilibrio de ingresos a través de una oferta de telecomunicaciones que engloba no solo la retransmisión de partidos, sino toda una gama de contenido audiovisual, junto a otro conjunto de servicios de telecomunicaciones.
Al final, solo los grandes grupos con capacidad para cuádruple play y quíntuple play pueden rentabilizar los derechos de retransmisión de partidos. Mientras tanto, al menos La Liga no podrá limitar el acceso a las cámaras del resto.