Hay sectores que dependen mucho de la tecnología y otros que, en cambio, apenas la necesitan para desarrollar su día a día. Los mercados de capitales están en el primer grupo, aquellos que la necesitan para poder trabajar diariamente. Esto no ha sido siempre, pues al principio las anotaciones se escribían en papel y se enviaban a la bolsa por teléfono o incluso por telegrama. Pero si que es verdad que es un sector donde la tecnología ha llegado muy pronto, antes que en otros sectores prueba de la importancia de la inmediatez en los mercados de capitales.
Pero la inmediatez de enviar una orden no es para lo único que sirve la tecnología en la bolsa. Hoy en día es importante medir las acciones de los inversores y analizar el mercado, todo esto es posible gracias a la tecnología. Una tecnología que combina fórmulas matemática, programación e incluso diseño para conseguir un software que sea capaz de facilitar la gestión profesional de carteras.
A esto se dedican empresas como Optimissa, a elaborar tecnología para que las empresas de intermediación financiera puedan mejorar su rendimiento y el servicio que ofrecen a otras empresas e individuales.
Otro claro ejemplo de uso eficiente de la tecnología en los mercados bursátiles es la automatización de tareas que realizan muchas de las empresas y personas dedicadas a la bolsa. Sin esta tecnología no sería posible parar una inversión en un determinado precio o entrar cuando se alcanzará un suelo. Tareas optimizadas que están haciendo ganar dinero a mucha gente y a muchas empresas y que serían imposibles de realizar sin la tecnología y el software específico.
