Varias lecturas se extraen del balance contable de 2016 para la marca de ropa Desigual. Viendo el lado más positivo de todo, el beneficio ha crecido un 9% hasta los 71 millones de euros.
La firma de ropa urbana lo lleva intentando durante dos años. Para ello la estrategia se basaba entre otras cosas en la mejora de la calidad (y por tanto incremento del precio), aunque obviamente esto suponga vender menos.
Efectivamente, las ventas se han reducido en un 4%, fijándose así en 861 millones de euros. También es cierto que se ha buscado un público más amplio, pero sigue sin tener suficiente poder adquisitivo como para afrontar el incremento de precio de la ropa.
La estrategia implantada es compleja. El recorte de gastos tiene como doble filo el peligro de no obtener un ritmo de ingresos adecuado. Como muestra, el cierre de tiendas se ha incrementado hasta los 37 locales en un solo año. Las aperturas, sin embargo, se han limitado a 7.
Obviamente esto supone una menor presencia de Desigual en centros comerciales y un menor potencial a nivel de marketing para poder afrontar unas ventas superiores, incluso mejorando considerablemente el producto.
Con una red de 523 establecimientos abiertos entre los que se incluye a las franquicias, Desigual no tiene poder suficiente como para plantar cara en la primera liga del mercado, al menos con la suficiente rapidez en 12 meses como para mejorar la situación de la empresa.
Un sector en plena batalla mundial comercial
La situación de Desigual puede ser única, pero no original. Todas las empresas están buscando nuevas estrategias que les permita solventar una crisis que empieza a alargarse demasiado tiempo. Esta situación crítica no es de nivel económico, sino competitivo.
Las colecciones de las marcas de moda se suceden con demasiada rapidez y los precios abordan la menor rentabilidad de la Historia. Los locales ven por ello cada vez más difícil atraer a nuevos clientes y todo ello sin contar con que Internet está presentándose como un sector con mayor potencial. Desigual lo ha intentado y, como tantas otras, siguen sin logar encontrar la mejor fórmula.