Los primeros nueve meses del año en los que hemos convivido con Apple sin que llegara a comercializar el iPhone X, han sido más que rentables para la compañía estadounidense. La empresa registra un incremento de sus beneficios del 6% (229.230 millones de dólares).
Este incremento no solo supera las expectativas planteadas por la propia compañía, sino que además tiene un efecto psicológico importante, al ahuyentar el fantasma de la contracción que ya hizo acto de presencia en 2016, después de más de una década de no estar presente.
Un 12% más de ingresos para Apple
Apple ha registrado en este último trimestre un incremento en sus ingresos del 12% llegando a los 52.580 millones, de los que 28.850 millones derivan de las ventas de iPhone. Gracias a estas ventas, la empresa ha conseguido hasta 10.710 millones, un 18% más que en el mismo periodo del año pasado.
Estos tres meses contabilizados Apple ha conseguido vender 46,7 millones de teléfonos móviles, una cifra bastante respetable para el trimestre que precedía al lanzamiento del iPhone X. Las expectativas siguen al alza ante una próxima campaña navideña, que debería mejorar los registros obtenidos hasta el momento por la compañía.
Sin embargo, Apple no se nutre únicamente de iPhone. Desde hace ya algún tiempo, la compañía estadounidense tiene claro que no puede depender toda su contabilidad de una sola línea de negocio y, aunque sigue siendo la más importante de todas, ya no es la única determinante en los ingresos finales.
El iPad, por ejemplo, es uno de los dispositivos que mejor comportamiento ha reportado. Las ventas han sido un 11% superiores a las del mismo periodo del año pasado, alcanzado los 10,3 millones de unidades vendidas, siendo los modelos más económicos los que más interesan a los compradores. Esto no solo se debe al factor del precio, sino a que los modelos profesionales fueron presentados más recientemente.
Incluso en Bolsa, Apple está demostrando un buen estado de salud económica. Su capitalización bursátil ha conseguido elevarse un 45% en 2017 y su valorización alcanza los 900.000 millones.
