El diamante más grande del mundo se llama Cullinan. En realidad no es propiedad de ninguna empresa, sino que sus 3.106 quilates fueron cortados y pulidos para formar la actual corona británica. Pese a todo, sigue teniendo el récord de diamante de mayor tamaño, descubierto hace más de 100 años.
Esta semana se ha puesto a la venta el 2ª diamante en cuanto a tamaño. Se le ha denominado Lesedi, tiene 1.109 quilates y ha sido extraído y puesto en subasta por la empresa canadiense Lucara.
La subasta (realizada el miércoles 29 de junio) fue organizada en Shoteby’s y no llegó a las expectativas de venta de 70 millones de dólares como mínimo. Al final el precio de la última puja se fijó en 61 millones de dólares que, pese a ser una brillante suma para Lucara, se encuentra incluso por detrás de un diamante de apenas 813 quilates que la empresa vendió el año pasado por 63 millones de dólares.
Lo cierto es que no deja de ser un suculento beneficio para una empresa a la que la propiedad completa de su mina de diamantes en Karowe el pasado 2009 por 79 millones de dólares. Desde 2013, la empresa está encontrando continuamente diamantes de gran tamaño gracias a maquinaria que consigue identificar los diamantes que llegan a los 1.000 quilates, sin embargo, desde la empresa aseguran estar desarrollando una nueva maquinaria que podría llegar a identificar diamantes de hasta 5.000 quilates, aunque obviamente esto suponiendo que existan más en la mina a la que tienen acceso.
Sin embargo, el problema no es el tema de la extracción, dado que la cantidad de diamantes extraídos es considerable. Además los diamantes no son los únicos elementos que se extraen, sino que cualquier gema de cientos de quilates también es bienvenida y, de hecho, fuente de ingresos para Lucara.
En realidad el dilema (que todavía no ha sido explicado) es por qué no se ha vendido por más dinero el diamante Lesedi. El objetivo era atraer a las nuevas generaciones de millonarios, dado que se trata de un diamante único. El Cullinan ya ha sido partido y está a disposición de la monarquía británica, por lo que en el mercado el verdadero rey sigue siendo el Lesedi.
No queda muy claro si ha sido la organización del evento (teniendo en cuenta que Sotheby’s es normalmente sinónimo de éxito), la situación económica mundial o bien que los diamantes ya no son tan codiciados como antiguamente. En todo caso, Lucara continúa extrayendo más y más quilates buscando romper algún día su propio récord.