Microsoft Azure se comercializa como una colección de servicios en la nube, que inició su andadura comercial en el año 2010. A nivel de usuario, Azure es presentado como una utilidad para los profesionales y expertos en desarrollo tecnológico de crear, aplicar y gestionar diferentes aplicaciones a través de la ingente red de centros de datos de Microsoft, con las ventajas que trabajar en la nube garantiza.
A nivel comercial, obviamente, Microsoft busca la mayor rentabilidad posible. Precisamente en estos días recientes la compañía se ha enorgullecido de informar públicamente que Azure ha experimentado un crecimiento en ingresos del 93% en 2016 y que el volumen de usuarios el último trimestre se había duplicado.
El negocio de servicios en la nube es un incentivo para Microsoft, que alcanza así en el último trimestre de 2016 beneficios de hasta 14.000 millones de dólares. Sin embargo, el trasvase informativo sobre la rentabilidad del negocio llega hasta este límite y es cuando comienza el enigma de Azure.
Recursos compartidos con Azure
Azure no es el único servicio o colección de servicios que Microsoft está comercializando dentro de este nivel de facturación. Junto a él hay servicios importantes como los ofrecidos por Office 365 o Dynamics 365, además de muchos otros complementarios.
Microsoft no desvela qué porcentaje de estos ingresos corresponden a Azure. Por tanto se confirma que el servicio experimenta un crecimiento sorprendente, pero debemos asumir que es sobre valores inferiores a otros servicios para que la cantidad porcentual sea tan elevada.
Por otra parte, Azure no solo comparte recursos dentro de Microsoft, sino que está en un mercado con múltiples actores. De hecho, el sector de servicios profesionales en la nube experimenta un crecimiento cuantitativo importante en los últimos años, pese a que los más importantes siguen siendo Amazon Web Services (AWS), Microsoft Azure y Google Services.
Los analistas exponen que Microsoft ha tardado excesivamente en desarrollar y ofrecer este servicio, mientras luchaba por el imperativo de un sistema Windows 10 en móviles que no ha terminado de despegar, limitándose apenas al 1% de todo el parqué móvil.
Una vez en el juego de mercado, Azure es visto como un servicio complementario para muchos profesionales, que aprovechan sus diferencias y ventajas con respecto a AWS no como sustitución, sino para llegar a objetivos y líneas comerciales que con el servicio de Amazon no les es posible.
El análisis de mercado plantea incluso otras incógnitas. Por ejemplo, qué podría suceder si varias empresas del sector de servicios en la nube protagonizaran fusiones hasta posicionarse como empresas de mayor fuerza comercial a precios más competitivos…
Por último, incluso el volumen de usuarios obtenidos queda en entredicho por la estrategia comercial de Microsoft. La compañía ha ofrecido créditos gratuitos para que una gran cantidad de usuarios y potenciales clientes puedan descubrir las posibilidades que Azure les reportaría. Esto ha permitido un volumen de crecimiento sí difundido de 120.000 nuevos suscriptores al mes.
Sin embargo, ¿qué sucederá cuando los créditos gratuitos desaparezcan? Es bastante probable que el ritmo de suscripción se reduzca drásticamente. Por otro lado, habrá que esperar a ver cuántos suscriptores consolidan su confianza en Azure una vez finalice el periodo de prueba.
Pese a haber sido una magistral estrategia comercial, los créditos gratuitos de Azure no han permitido conocer el verdadero potencial de negocio que puede alcanzar el servicio, por lo que se suma a las muchas incógnitas que conforman el enigma completo de Azure.