La aerolínea de bajo coste de Iberia, conocida como Vueling, ha presentado sus datos contables con respecto al año de 2016 y, dependiendo de la lectura, se atisba positividad o negativismo.
En balance, Vueling ha registrado unos beneficios de 48,9 millones de euros. El problema está en el elemento comparativo y es que en el ejercicio anterior consiguió un 52,3% más de beneficio, por lo que aún en datos positivos, son menos “buenos” que los del año anterior.
Lo más curioso de todo es que no ha sido por un descenso en el número de pasajeros. De hecho, la empresa ha registrado en este segmento la mayor cifra de toda su historia, hasta 27,8 millones de clientes utilizando sus vuelos, un 12% más que en el periodo anterior que le sirvió para alcanzar un nivel de ocupación del 82,4%.
Sin embargo, el primer elemento que provoca un descenso de los beneficios lo identificamos en los ingresos por pasajero, que con una media de 72,9 euros implica un descenso del 6,4% con respecto al periodo anterior.
La menor cifra de ingresos por pasajero no ha sido el único factor constituyente de un descenso en los beneficios de Vueling, sino que el incremento en los gastos es el elemento que más claramente ha influido en este aspecto.
De esta forma, se identifica que a pesar de haber obtenido un incremento de los ingresos del 4,88% con hasta 2.027 millones de euros, la empresa ha sufrido mucho por los retrasos y cancelaciones de este año. Sobre todo se justifican en su existencia por la huelga de controladores franceses y en todos los recursos que tuvo que derivar, para evitar que el desastre consecuente de esta circunstancia fuera todavía mayor.
No se identifican causas directas más justificativas del descenso de los beneficios, cuando ingresos, pasajeros y ocupación han crecido más que nunca. Por tanto, la consecuencia de esta situación motiva a pensar en una estrategia efectiva si esto vuelve a suceder. En todo caso, si el año 2017 se produce sin incidencias, podríamos estar ante el más rentable para la compañía low cost de Iberia.
