Es fácil encontrar personas que se dejan llevar por el entusiasmo del cambio y de la adopción de nuevas ideas que hablan de cómo el teletrabajo es la quinta maravilla universal. Y sí, es cierto que tiene muchas ventajas, pero también ciertos inconvenientes. Por eso no está de más que hagamos un repaso sobre esos aspectos positivos que deberíamos conocer, pero deteniéndonos también en los negativos. Al final seguro que entendemos mejor el concepto del teletrabajo.
Lo mejor del teletrabajo
Para los empleados el teletrabajo significa la oportunidad de economizar el tiempo. No hay que llegar a la oficina ni luego volver a casa. Esto puede implicar 2 horas ahorradas de tiempo al día. Y si contamos que el tiempo es dinero… se trata de una gran ventaja. Además, a todos nos gusta tener la oportunidad de trabajar en la comodidad del hogar con tranquilidad e incluso en pijama. Socializar en la empresa está sobrevalorado, sobre todo si tenemos una vida social plena con los amigos. El no tener personas alrededor nos ayudará a trabajar mucho mejor. Por otro lado, el teletrabajo ayuda a conciliar mejor, puesto que estamos en compañía de nuestros seres queridos en todo momento y por lo general los horarios son muy flexibles.
En el caso de la empresa, además de disfrutar de empleados más productivos y contentos, no hay que restar relevancia a que no se necesite un entorno de trabajo, con lo que esto significa para el ahorro, tanto en un local espacioso como en luz, agua y otros gastos comunes.
Aquello no tan bueno
Por desgracia, no todos los empleados están preparados para el teletrabajo. Solo los más disciplinados y comprometidos con su trabajo pueden realizar un buen papel en este sentido. Hablamos de personas que se tomen en serio su horario y que no se despisten enviando mensajes de WhatsApp de forma constante teniendo en cuenta que no hay nadie que le supervise. Por otro lado, el teletrabajo puede dar cierta sensación de aislamiento si no tenemos una rutina que nos lleve a salir de casa. Si nos exigimos demasiado a nosotros mismos podremos acabar quemándonos, y eso no será bueno para nosotros, ni tampoco para la empresa en la cual trabajamos.
Entre los inconvenientes añadidos del teletrabajo hay que mencionar que, como apuntan expertos en gestión de empleados, el no estar rodeados de los compañeros de oficina lleva a que no se produzcan tantas oportunidades de colaboración. Y es posible alejarse de la dirección de la empresa, así como de los valores que la representan.