Lo denominan lujo perceptivo y es una fórmula de alojamiento que quiere hacer de las sensaciones una parte importante de las estancias.
Daniel Mayo es el promotor de esta idea de negocio que ha conseguido ir un paso más allá del turismo sostenible para convertir la experiencia de unas vacaciones en lo que se llama, así, lujo perceptivo.
Literalmente estar dentro de la naturaleza, participar de ella, de sus sonidos, de sus ciclos, de sus momentos. De sonidos, de temperaturas, de humedades, en una realidad envolvente 100% natural.
Arquitecto de formación
Mayo es arquitecto y ha creado un hotel de lujo formado por veinticinco suites con diseños muy creativos y dispersas en un área de más de 80.000 metros cuadrados. El lugar elegido para el hotel fue el Valle del Guadalest en Alicante.
El nombre del alojamiento inaugurado contrarreloj es Vivood Landscape Hotel, un alojamiento de lujo perceptivo, único en el mundo basado en una arquitectura modular y ecológica.
El objetivo es que la persona que se aloje en el hotel pueda ver desde la misma cama los árboles del entorno, tener una experiencia privilegiada con vistas insólitas. Mayo quiere cambiar esa excelencia por el lujo de otros alojamientos de gran nivel.
Empezó como emprendedor de una idea de negocio que consistía en la fabricación de viviendas efímeras al estilo de los muebles de Ikea. Los montas tú mismo y ya está. Pero, justo cuando iba a terminar de arrancar ese proyecto, sintió la necesidad de ir más lejos, de hacer que toda la iniciativa estuviera en sus manos.
Así fue como nació, no la creación de un alojamiento efímero y ecológico, sino una forma de percibir las estancias en un edificio singular y adaptado al lujo perceptivo. Todo en un tiempo récord pero con las ideas claras de lo que se quiere y cómo se quiere.