Algo se mueve en el mundo de las algas en nuestro país. Hasta ahora eran marcas extranjeras o negocios asiáticos los que movían la producción y el consumo en España.
Hasta ahora, porque una empresa pequeña y familiar gallega, Porto-Muiños, ha visto la oportunidad de negocio y se ha lanzado a comercializar una línea de producción de algas cultivadas en las rías bajas gallegas que representan las primeras destinadas a ser parte de los platos de vanguardia y de una gastronomía con mucho recorrido por delante.
Hasta ahora en España, las algas se han usado en España en cosmética y en medicina, pero el proyecto emprendedor de Porto-Muiños quiere cambiar esos principios.
Valor de las algas
Las algas son plantas marinas excepcionales por sus nutrientes, contienen hierro, calcio, yodo y, por muchas razones, son consideradas como un elemento fundamental de la botica del mar. Las algas no contienen grasas, no aportan texturas reseñables y sus sabores son cuando menos originales al paladar.
Aportan grandes cantidades de vitamina B12 y ayudan a retrasar los procesos de envejecimiento celulares. Sin embargo, poca gente sabe que hace tiempo que forman parte también de la base de las composiciones de algunas natillas y de varios sabores de yogur fabricados en nuestro país.
Porto-Muiños está radicada en la localidad coruñesa de Cambre y exporta sus cultivos a todo el mundo. Porto-Muiños cosechaba hasta no hace poco champiñones y hongos que encontraba difíciles de comercializar en un mercado más que saturado por la sobreproducción.
Para centrar la producción, para concretar las variedades de algas de las costas gallegas que resultarían más productivas y económicamente más rentables, la empresa se dejó aconsejar por la Universidad de A Coruña.
La exportación parecía el único recurso disponible para dar salida a la producción de Porto-Muiños hasta que se establecieron sinergias con los chefs españoles de más fama, Ferrá Adriá, Arzak o Pedro Subijana, que empezaron a preparar platos basados en las algas.
Algo, que se ha convertido en el punto de inflexión de esta marca que ya empieza a comercializar en España algunos kilos de algas como productos delicatessen.