Los pavimentos tradicionales para el rodaje de los vehículos tienen sus días contados. Porque ha llegado LandFix, una innovación española que pretende revolucionar las calzadas tradicionales. Calzadas con LandFix a la mitad de precio que las tradicionales, acomodadas sobre una base con la misma dureza y consistencia que la del cemento, y, al mismo tiempo, fácil de aplicar sobre cualquier superficie en poco tiempo y absolutamente ecológico. ¿Qué más se puede pedir?
LandFix comercializa sus productos en 35 países de todo el mundo y tiene oficinas abiertas en Barcelona, la central, en Rumanía, en Gambia y en Bolivia. El alma de LandFix es Teo Blanco, un emprendedor con innovación española genuina que cambió la carrera de Ingeniería por la de Económicas. Su baza, el conocimiento profesional de su tío, químico de profesión.
La patente de LandFix es la de tecoFix, un aglutinante apelmazante natural que consigue convertir la tierra espolvoreada y el mismo polvo en un pavimento a prueba de pesos, de estrés y de climas. tecoFix tiene notables aplicaciones para la confección de aeródromos, de carriles bici, en minas, en parques infantiles, en zonas verdes, en campos de golf…
Teo Blanco tuvo un problema básico, necesitaba de una fuerte inyección económica para arrancar la idea, y la encontró casi por casualidad en un inversor privado que creyó en la idea y aportó el medio millón de euros que necesitaba.
Hasta ese momento sólo podía disponer de tiempo libre para lanzar la idea, incluso se había ido a trabajar a una empresa de telecomunicaciones para poder subsistir. Hoy se dedica por entero a LandFix y su idea revolucionaria.
Casi el 100% de sus trabajos los realizan en Hispanoamérica, donde han experimentado un crecimiento rápido. La baza más importante de LandFix es su producto, pero también su apuesta por buscar nuevas aplicaciones que den más vida a su innovación.